Yahvé
Yahvé es el dios único de la tradición hebrea, el que reside en lo más alto, su protector en todos sus lances históricos, el que los venga de sus enemigos y el que los castiga cuando no cumplen debidamente sus mandamientos. Su nombre significa "el que es por si mismo" y se presenta, en diversas ocasiones con tres aspectos divinos.
Como tal es el dios creador de todas las cosas y el organizador del universo, que ordena a las estrellas cual es su posición en el cielo y cuando deben salir. Así mismo es el señor atmosférico que guía i domina las tormentas.
Como creador su colofón fue la creación del primer hombre Adán y de su mujer Eva. Para ellos creó, también, un paraíso con la prohibición de que comieran del fruto de su árbol central.
Ya que éstos le desobedecieron los expulsó del paraíso, castigó a Adán con tener que trabajar para mantener su sustento y a la serpiente, que los había inducido a hacerlo, a arrastrase por el suelo.
También, según otra tradición talmúdica, se considera que anteriormente había creado a otra mujer para Adán llamada Lilith, pero que no resultó con forme según sus planes para Adán.
Yahvé destruyó también al arrogante Lucifer que se atrevió a igualarse con él y al que expulsó de los cielos junto con los otros ángeles rebeldes, por obra de su ángel Miguel.
Igualmente se enfrentó con Leviatán, el monstruo que envió Tehom para inundar, con sus temporales marinos, la obra creada por él. Aunque, por otra parte, fue el causante del diluvio con el que trató de acabar con la humanidad, del que sólo se salvó Noé, su familia y los animales que guardó en el arca.
También aparece, en otros relatos bíblicos, su lucha contra el gran dragón Rahab, que se atrevió a desobedecerle y fue muerto a patadas por él. Y en el Génesis se narra como ayudó a los israelitas, atacados por las serpientes Saraf, para librarlos de sus picaduras.
También Yhavé, en otro pasaje, ayudó a Jonas a que saliera del vientre de un monstruo marino que se lo había tragado.