Serpiente del Paraíso
En el Génesis, de la Biblia, aparece el relato de la creación de Adán, el primer hombre, y de Eva, su mujer, para los que Yahvé plantó el jardín del Eden, en el en medio del cual estaba el árbol del bien y del mal del que salían los cuatro rios que lo cruzaban. Yahvé permitió que comieran y disfrutaran de todos los manjares del paraíso con excepción del fruto del árbol central.
Una serpiente enrollada en dicho árbol tentó a Eva diciéndole que Yahvé los había engañado, ya que el comer del fruto de dicho árbol lo que proporcionaba, en realidad, era la sabiduría. Eva comió y ofreció del fruto a Adán, que también comió. Al punto tuvieron la conciencia de su desnudez y, avergonzados, se confeccionaron unos delantales con hojas de higuera.
Apareció, entonces, Yahvé y dijo a Adán : "¿Quién te hizo saber que estabas desnudo? ¿Acaso comiste del fruto prohibido?". Adán culpó a Eva y ésta a la serpiente, por lo que Yahvé la castigó a arrastrarse para siempre por el suelo y a enemistarse con la mujer y su linaje, de cuyos hijos, afirmó, aplastarían su cabeza.
En otros relatos de la mitología hebrea se dice que la serpiente era la propia Lilith, la primera mujer de Adán.