Crear el Mundo

Todas las mitologías tienen sus mitos de creación en los que se describe cómo surgieron todas las cosas que rodean a los hombres: la tierra firme, el mar, el cielo, los árboles y animales y el propio hombre. 

En los mitos de los pueblos primitivos suele ser una diosa madre la que realiza esta función sin intervención masculina ya que ella es la fuerza procreadora de la naturaleza. Con frecuencia representada como una serpiente o rodeada de serpientes. Como puede verse en la narración de Bulaing en los mitos primitivos de los Dyirbal de Australia.  

Más tarde aparecen los mitos con una pareja primordial que se encargan de engendrar todas las cosas del mundo como aparece en la mitología china con la pareja de Nu-Gua y Fu-Xi, que inventaron la mayoría de las cosas a partir de la creación primitiva realizada por Pan Ku de naturaleza femenina o ambigua. En los mitos japoneses es la pareja Izanami e Izanagi la que crean todas las cosas. 

Y en la mitología sumeria son Tiamat y Apsu. Y en los mitos del Mediterráneo arcaico son Eurinome y Ofión. 

También en el África negra primitiva, como se recoge en las leyendas de los Yoruba, aparecen parejas creadoras como Mawu y Lisa. Entre los bantúes el dios  Mwari creó al primer hombre llamado Mwetsi en el interior de un lago.

Gran parte de los genios creadores tienen reconocidas formas serpentinas en todas las culturas. 

En los mitos posteriores, en las sociedades fuertemente patriarcales, ya es sólo un dios el que se encarga de la creación sin necesidad de la intervención de ningún principio femenino, como en los mitos hebreos donde sólo Yahvé es el dios creador. O en los hindúes con Vishnú, padre de todas las cosas. En Egipto con Atum.

Así mismo en las leyendas de las islas de la Melanesia y de Indonesia, aparecen los dioses creadores masculinos como Batara Guru y Wunekao. Lo mismo sucede en los mitos de los Bantúes de la más avanzada cultura áfricana con Kuitikuiti y con Mbatilanda.

De estos relatos se puede constatar que las diosas primitivas y las serpientes son demonizadas y convertidas en enemigas si no se colocan al servicio de los nuevos dioses de las culturas invasoras. En la mitología hindú se puede reconocer a  Kundalini como la antigua diosa creadora que engendra la fuerza interior en cada uno de las personas humanas.