Miguel

En la tradición hebrea aparece el ángel Miguel como el guerrero líder de las tropas fieles a Yahvé, que procede a derrotar a los enemigos de su señor capitaneados por Satán, el ángel caído, o según otros relatos Samael, y en los textos apocalípticos, con el dragón del cielo que amenaza a una mujer en parto. En estos mitos se nota la influencia de la religión dualista persa, adquirida durante el destierro del pueblo judío en Babilonia. 

En la iconografía cristiana de los primeros siglos, se representa a Miguel como un guerrero alado, matando a Satán con forma de dragón, con lo que pasa a convertirse en el prototipo del caballero medieval. 

Como ángel participa con otros Gabriel, Rafael y Uriel en las diversas labores que les encarga Yahvé. En una ocasión tuvo que luchar contra Shemzhazah, ángel enviado por Yahvé para enseñar a los hombres pero que luego, se quedó entre ellos engendrando gigantes con sus mujeres. En otra es enviado para luchar con Jacob durante su sueño y tras romperle el tendón de su muslo, le impuso el nombre de Israel.