Signo de la cruz

En la simbología cristiana el Signo de la Cruz representa una invocación al Cristo muerto en la cruz y, por lo tanto, es un signo profiláctico para ahuyentar los seres malignos que acechan la existencia de los cristianos. 

Principalmente el diablo, que es en definitiva el enemigo del dios cristiano, siendo todos los demás seres malignos manifestaciones de él mismo o, en algún caso, uno de sus emisarios. 

En este contexto religioso el dragón es un ser maléfico representante del diablo, por lo que puede ser destruido mediante la visión o la ejecución del signo del Cristo crucificado, o la propia a cruz. 

En las leyendas medievales es frecuente la utilización de este signo en la lucha contra los dragones como sucede el caso de Santa Margarita, que consiguió salir del vientre del dragón alzando una cruz, o el de Santa Marta que dominó a un dragón mostrándolo una cruz hecha con dos ramas. 

De forma semejante muchos monjes, como San Beatus, San Román, San Hermentaire o, incluso, caballeros como el señor de Goñi, pueden derrotar al diablo disfrazado de dragón, mostrando el signo de la Cruz.