Santa Margarita

Santa Margarita era hija de un patriarca llamado Teodosio de Alejandría. Fue criada por su nodriza y al llegar a su pubertad, bautizada como cristiana. Más tarde, aborrecida por su padre acabó en manos de un tribuno romano llamado Olibrio, u Olybus, que al ser rechazado en sus requerimientos amorosos la hizo encarcelar.

En una leyenda provenzal se dice que un dragón asaltó su celda y se la llegó a engullir. Sin embargo ella alzó una cruz que llevaba consigo y ésta empezó a crecer hasta hacer reventar la panza del dragón de donde salió viva y sana. Por eso se la representa renaciendo del vientre de un dragón, por lo que se la tiene como protectora de los buenos partos. Probablemente esta leyenda de origen oriental fue introducida entre los francos por los primeros cruzados.