Sangre de dragón

La sangre desde muy antiguo, y por razone obvias, siempre fue considerada como el fluido de la vida. Y, por lo tanto, un fluido portador de las características esenciales que se manifiestan en cada individuo: su bravura, su nobleza o su bajeza. Así la sangre del dragón tiene un papel muy importante en la mitología manifestando en cada caso la naturaleza de su portador. 

La sangre de los dragones guardianes o protectores tendrá propiedades benéficas como es el caso de la sangre en que se baña Sigfrid, en el mito germánico, que le produce la protección, de todas las partes mojadas por ella, frente a la agresión de las armas. 

Mientras que la sangre de los dragones del caos, enemigos de la humanidad, tiene propiedades maléficas; normalmente son ardientes o venenosas y letales como sucede en las leyendas medievales de Soler de Vilardell y la paralela de Winckelreidt, donde los matadores del dragón son víctimas del contacto con su sangre.

También la mordedura venenosa de un dragón o serpiente puede transformar a su receptor como sucede en la leyenda india de Nala. O afectar a animales que tienen contacto con su sangre como se relata en la leyenda anglo-sajona de Peter Loschy