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Regenerar
Es muy común en las leyendas sobre dragones el que, éstos, tengan formas que se regeneran y que, consecuentemente, resulte muy complicado acabar con ellos. Las luchas se hacen interminables hasta que la astucia de los héroes los hace vencer.
En unos casos los dragones, en forma de hidra con muchas cabezas, simbolizan la fuerza de los ríos y sus ramificaciones que, cuando se desbordan, resultan muy dificultosos de atajar. En este grupo aparece la leyenda de la Hidra a la que derrota Heracles tras una larga lucha. Y la leyenda medieval del conde de Warwick donde el contacto con el agua regenera el dragón con el que lucha, evocando el origen de la fuerza regeneradora de las aguas serpentinas.
En otros casos es la propia capacidad regenerativa de los seres serpentinos la que se destaca en las leyendas como es frecuente en muchos relatos medievales como el del Señor de Lambton que, aconsejado por la bruja de Laidley, se vale de una armadura con numerosas cuchillas para acabar con el dragón. El mismo hecho también se narra en la leyenda de Peter Loschy, en la de More de More Hall y en la de John Conyers por lo que, el mito, debe tener un mismo origen.
En relatos australianos se habla de una serpiente que regenera todo lo que previamente se ha tragado como les sucedió a las hermanas Wawilak.