Wawilak
Se cuenta entre los dhuwa la historia de las hermanas Wawilak que salieron a cazar acompañadas de sus dos hijas y de sus dos perros. Al caer la noche, después de cazar varios animales y de recoger diversas plantas, una de ellas llamada Boaliri fue a recoger leña para hacer fuego mientras que la otra Waimariwi fue en busca de agua.
Waimariwi tenía el período y, al introducirse en una charca, parte de su sangre menstrual cayó en el agua. Yulungur sintió el olor de la sangre y surgió de improviso de la charca tragándose todo lo que había a su alrededor: las hermanas, sus hijas, los perros, los animales cazados y las plantas recogidas.
Al alcanzar el cielo un espíritu celeste mordió la serpiente y la obligó de devolver todo lo que había tragado. Salieron vivos y con mayor fuerza y poder del que tenían antes de entrar en el interior de la serpiente.
Se cree que todo lo que existe en la tierra ha sido tragado y regenerado por la serpiente Yulungur, en alguna ocasión.