Princesa de la colina verde

En un relato celta aparece una princesa que es entregada, por su pueblo, como ofrenda a un dragón marino de tres cabezas que la exigió para no destruir sus cosechas. La princesa fue llevada a una colina verde junto al mar, pero fue salvada del dragón por un caballero que desapareció después de cortarle una cabeza. 

Como sea que cuando el rey, acompañado de su pueblo, acudió a la colina a ver lo que había sucedido encontró a la princesa sana y salva, ofreció una recompensa al caballero que la había salvado. El hecho se repitió de nuevo otras dos veces con el mismo resultado.

Varios cortesanos acudieron al rey atribuyéndose la hazaña pero la princesa dijo a su padre que el autentico salvador era aquel que pudiera desatar la cabeza del dragón que ella había guardado y atado con varios nudos de mimbre. Nadie pudo hacerlo hasta que un joven caballero apareció un día y deshizo los nudos con gran facilidad.