Cabeza de dragón

La cabeza cortada de un dragón representa el triunfo de su matador. Costumbre ancestral de cortar la cabeza de los enemigos como emblema del triunfo. 

Aparece así en diversas leyendas celtas como la Tristan en la que un tramposo trató de llevarse la cabeza cortada para acreditar una falsa victoria. O la de la Princesa que guardó celosamente la cabeza del dragón muerto para poderla entregar al correcto vencedor. O en la de Fergus mac Léti que lo hace con un monstruo de un lago.

También, esta costumbre, aparece reflejada en las leyendas germánicas como es el caso de la de Beowulf.

La universalidad de esta costumbre de acreditar el éxito mediante mostrar la cabeza del enemigo se puede encontrar también en las leyendas tibetanas como la la de los dos hermanos, en la que uno de ellos desenmascaró al falso matador enseñando la lengua del dragón que había guardado previamente.