Pitón

En la mitología griega se cuenta la historia de una gran serpiente denominada Pitón, hija de Phorkis, que habitaba en el monte Parnaso y que, en una ocasión, atacó al joven Apolo que pasaba por el lugar. Este luchó con la serpiente y la hirió gravemente con sus flechas, por lo que se fue a refugiar al templo sagrado de Gea, situado en la isla de Delfos. 

Apolo la siguió hasta allí y, penetrando en el interior del santuario, la alcanzó y le dio muerte justo al borde del precipicio sagrado. A las sibilas que realizaban oráculos en este templo se les denominaba pitonisas, en honor de la serpiente Pitón que se encontraba en dicho lugar.