Medusa

Según la mitología griega las górgonas eran hijas de dos monstruos marinos, Phorkis y Keto. Sus nombres eran : Esteno, Euríale y Medusa. Esta última tenía serpientes en lugar de cabellos y el poder de transformar en piedra a todo aquel que la mirase. 

Cuenta el mito que Perseo se dispuso a dar muerte a Medusa para ofrecer su cabeza como recompensa. Para lo cual fue instruido por Atenea, gran enemiga de la Górgona, que le regaló un brillante escudo. Hermes, a su vez, le dió una hoz de oro y las ninfas del lago Estigia le regalaron unas sandalias aladas, el yelmo de la invisibilidad, y un zurrón mágico. 

Cuando llegó Perseo, a la cueva de Medusa, vió que estaba rodeada de cadáveres de personas petrificadas que habían intentado, antes que él, acercarse a este lugar. Así que se puso el yelmo que lo hizo invisible y con el bruñido escudo, a forma de espejo, observó los movimientos de Medusa sin mirarla directamente. De esta forma logró acercarse lo suficiente hasta que con la hoz de oro le cortó la cabeza y la metió, sin mirarla en su zurrón. A continuación salió volando de allí gracias a sus sandalias voladoras y retornó a su país.

Del cadaver de la Medusa salió Pegaso, el caballo alado, engendrado por Poseidón en Medusa cuando éste la violó en el templo de Atenea. Según se dice fue entonces convertida en una una dragona para espanto y terror de los hombres.