Dragón del Ródano

En una leyenda provenzal se dice  que había un dragón que vivía en el río Ródano en un lujoso palacio construido en sus profundidades que visitaban todos los genios que vivían en el río. El dragón se alimentaba de los paisanos que se acercaban al río ya que les ofrecía alguna joya o moneda de su innumerable tesoro y, al querer alcanzarlos, la víctima se introducía en el río hasta que era atrapada por el dragón.

En una ocasión una nodriza de Beaucaire se fue al río a lavar unos pañales y fue tentada, como todos,  con una joya y, al tratar de alcanzarla, cayó al fondo del río. El dragón no se la comió porque necesitaba una nodriza para su hijo recién nacido, al que la nodriza cuidó durante siete años, tras los cuales, la dejó volver.