Dragón de Dragignan

Cuenta una leyenda provenzal que los ligures se habían instalado cerca de Mont Maudit y que estaban amenazados por un dragón que vivía en las marismas cercanas. Nadie fue capaz de acabar con él.

En una ocasión un guerrero se encontró con un hombre de edad avanzada vestido con un a túnica blanca con una banda de lana bordada con cruces púrpura. impresionado por el personaje le contó los problemas que tenían sus paisanos y le imploró su ayuda. El anciano le dijo ser el obispo de Antibes y que precisamente había sido enviado por Dios para ayudarles.

El obispo se dirigió a la marisma y cuando se encontró al dragón lo hizo desaparecer. En recuerdo de esta gesta se cree que la población tomó el nombre de Dragignan y puso el dragón en su escudo.