Dragón de Dalmacia

En la vida de San Hilarión se narra la existencia de un dragón que asolaba los alrededores de la ciudad de Epidauro, en la Dalmacia, con su aliento venenoso. Con su potente capacidad de aspiración se tragaba bueyes enteros, ganado de todo tipo y también a los campesinos.

Los habitantes de la ciudad llamaron a San Hilarión, que vivía como ermitaño en los montes cercanos, y le explicaron la situación. San Hilarión ordenó que se preparara una pira con mucha leña, entonces rezó a Jesucristo y llamó al dragón para que se subiera en ella. 

Milagrosamente el dragón se subió en ella y, entonces, prendió fuego quemando la odiada serpiente en presencia de todo el mundo.