Dragón de la fuente
En una leyenda bizantina, que trata de la vida de Digenis Akritis, se dice que éste estaba con una princesa en un bosque cuando se hizo de noche y ambos se pusieron a dormir bajo la protección de un árbol.
La muchacha tuvo sed y se acercó a una fuente para beber. Allí se encontró con un hermoso joven que trató de forzarla. La princesa le gritó: “Eres un dragón” y despertó a Digenis.
Éste fue corriendo a la fuente y se encontró que el joven se había transformado en un dragón con tres cabezas que expelían fuego por su boca.
El dragón juntó sus cabezas para agrandar el tamaño de su cuerpo, lo que aprovechó Digenis para cortarlas de cuajo con su espada.