Cnoc-Na-Cnoimh worm
En una leyenda escocesa se dice que existía un dragón de aliento venenoso que vivía en el interior de una colina y que causaba destrozos en todas las propiedades del entorno.
El rey de Escocia William el León ofreció una recompensa a quien acabara con el dragón pero ningún caballero se atrevió a presentarse. Entonces un campesino llamado Héctor Gunn se ofreció a hacerlo.
Se acercó a la colina y en el primer encuentro quedó casi asfixiado por el aliento venenoso del dragón. Cuando se repuso preparó una lanza de siete brazos de largo colocando en su extremo un recipiente con brasas encendidas y se dirigió hacia el interior de la cueva donde dormía.
Clavó su lanza en la entrada y el dragón al verlo intentó succionar con todas sus fuerzas al intruso. Pero lo único que consiguió fue intoxicarse con el humo que desprendía el carbón ardiente de la lanza y comenzó a agitar su cola causando grandes espirales de roturas en la colina. Cuando el dragón se encontraba exhausto, Héctor consiguió introducir con su lanza el carbón ardiente en la garganta del dragón y, de esta forma, acabar con él.