Lindwurm y la joven doncella
En el centro de Europa se le denominaba Lindwurm a los dragones que vivían cerca de las aguas de un río o lago y Track a los de las montañas.
Se cuenta que una vez una reina, estéril en su matrimonio, recibió el consejo de un adivino de comer dos cebollas con el fin de quedar en cinta. Así lo hizo pero, con la ansiedad, olvidó pelar la primera, comiéndosela entera, mientras que la segunda la fue pelando capa a capa antes de comérsela.
Al poco tiempo concibió gemelos pero, el primero en nacer tenía la forma de un lindwurm por lo que fue echado, con gran horror, por la ventana del castillo al bosque próximo.
El tiempo pasó y el otro hijo de la reina, ya en su mayoría de edad, atravesó el bosque para ir a buscar una novia en la población cercana. Entonces se le apareció un enorme lindwurm que le anunció que no podría casarse si antes él no encontraba también una esposa para él.
Diversas doncellas fueron llevadas a la fuerza hasta el bosque para desposarse con el lindwurm pero éste las rechazó a todas hasta que una, venciendo su repugnancia inicial, consiguió conquistarlo y ser su novia.