Assipattle
En la población escandinava de Leegarth vivía, Assipattle, el séptimo de los hijos de un granjero que era un soñador que no trabajaba mucho y se dedicaba a contar cuentos de aventuras fantástica en las que él era el protagonista.
Un día llegó al pueblo un mensajero del rey que explicó que la princesa Gem-de-Lovely había sido dada como tributo a un gran worm y que se ofrecía como recompensa a quien la salvase: su mano, la herencia del reino y la espada Sickersnapper. El joven se ofreció voluntario ante el desprecio y la risa de sus hermanos y convecinos.
Por la noche robó, Teetgong, el caballo de su padre que era extraordinariamente veloz. y se dirigió hacia la costa. Al pasar por la cabaña de una vieja le robó, con un cubo, parte del carbón vegetal que preparaba. Y en la orilla tomó una embarcación con la que se acercó a la roca donde se encontraba la princesa atada.
Allí se encontró con el worm que estaba efectuando los siete bostezos rituales antes de comerse a la joven de la roca. En uno de los bostezos se engulló la embarcación de Assipattle que consiguió llegar hasta el hígado de la serpiente y descargar en él el carbón ardiente que llevaba. El dolor hizo que escupiera a Assipattle y su embarcación con la que consiguió llegar hasta la orilla donde estaba el rey.
La serpiente murió con grandes estertores destrozando la costa y formando nuevas islas. El joven fue recompensado con la mano de la princesa.