Teodoro de Amasea
Se dice que a mediados del siglo III, Teodoro de Amasea, era un militar de alto rango del ejército romano desplegado en el Asia Menor. En una ocasión fue requerido para ofrecer sacrificios a los dioses romanos pero, como era cristiano, se negó a hacerlo. Los jueces atendiendo a su condición militar de alta graduación, le dieron unos dias para que reflexionara y depusiera su actitud. Al parecer Teodoro, lejos de cambiar de actitud, entró de noche en el templo de Cibeles y lo incendió. Finalmente fue condenado a muerte.
Fue proclamado santo de la cristiandad y designado como primer patrono de la ciudad de Venecia. Más tarde en el siglo IX, tras la decadencia de Bizancio en la zona, fue sustituido su patronazgo por el de San Marcos.
La leyenda lo presenta como un caballero armado, al igual que San Jorge, pero que monta un caballo rojo, a diferencia de éste que lo monta de color blanco. Al igual que San Jorge se le atribuye el ser un matador de dragones. Incluso en una representación de un fresco de una iglesia bizantina, aparecen ambos caballeros persiguiendo a un mismo dragón.
En la gran plaza de Venecia aparecen dos columnas con los símbolos de sus patrones: en una está el León de San Marcos y en la otra aparece San Teodoro matando a un dragón con forma de un gran cocodrilo.