Nagas
En la tradición india los Nagas, o "los poderosos", son seres con el cuerpo humano y la cola de serpiente. Son descendientes de Brahma y tienen la capacidad de transformarse en multitud de aspectos según la ocasión.
En el Samyuktavadana Sutra se explica que deben soportar tres tipos de sufrimientos: los manjares se les vuelven sapos cuando los llevan a su boca, sus bellas mujeres se convierten en serpientes cuando tratan de abrazarlas y la arena y guijarros se introducen entre las escamas de su espalda causándoles enormes dolores.
Vivían en en el fondo de los lagos o en el curso de los ríos profundos y sus mujeres, las naginis, se comportaban como ninfas tratando de conseguir el favor de los mortales. Los Nagas escoltaban a los muertos en su viaje al abismo, y en muchas ocasiones les proporcionaban el néctar que daba la fortaleza, como sucedió con el poderoso Bihma.
Ayudaban también al dios Vishnú en la confección del soma y con sus poderes mágicos eran capaces de transformar el aspecto de los hombres para ayudarles en el cumplimiento de su destino, como le sucedió al joven Nala en su encuentro con el rey de los Nagas, Karkotaka.
El rey más antiguo de las nagas era Sesha que participa en la creación del universo. En algunos relatos son también guardianes de la perla que rige los destinos de las fases de la luna, del ciclo de las mareas, y de la aparición de la lluvia y del trueno.
Como protectores de los grandes hombres también aparecen en los momentos indicados, como en el caso de la naga que protegió a Buda de los ataques del demonio Mara.