Nagacork
Entre los djuan se cuenta la historia de un viejo pescador de la tribu de los djuan, llamado Nagacork, que se pasó toda la vida intentando pescar un determinado pez que nunca encontraba, lo que causaba la burla de todos sus vecinos, también pescadores.
Una tarde, al regresar a su casa, vió escondido entre los arbustos los restos del pez que andaba buscando que, por lo visto, sus vecinos habían pescado y, sin decirle nada se lo habían comido. Humillado y lleno de rabia invocó a la serpiente Kurrichalpongo para que viniera en su ayuda y diera el merecido a los ingratos vecinos.
La serpiente acudió y, mediante una fuerte tormenta seguida de inundaciones, acabó con todos los pueblos vecinos de los djuan. De esta forma los djuan descendientes de Nagacork ocuparon sus tierras para siempre. Y, temerosos del poder de Kurrichalpongo, le pedían permiso respetuosamente antes de recoger agua de una charca o de adentrarse en las aguas para pescar.