Medea

Medea, hija del rey Eetes de la Cólquide, se enamoró de Jasón cuando éste, acompañado de los otros argonautas, aparecieron ante su padre para reclamar el Vellocino de Oro. Medea dominaba ciertos poderes mágicos con los cuales pudo dormir al dragón que vigilaba el Vellocino, y de esta forma permitir que Jasón lo robara.

Jasón se casó con ella en la cueva de Macris y la trajo de retorno a su pais. Al llegar a Corinto, tras la muerte de su rey, reclamó este reino que había pertenecido a su padre y allí se instaló con Jasón durante diez años.

Sin embargo Jasón, que sospechaba de que su esposa había dado muerte al rey,  se dispuso a repudiarla para casarse con Glauce. Medea despechada regaló una corona de oro a Glauce que cuando ésta se la puso comenzó a arder y la mató junto a todos los que la rodeaban. Luego entregó a sus hijos en el altar de sacrificios de Hera y huyo volando en un carro tirado por serpientes aladas. Después se casó con el rey de Tebas  pero fue desterrada por intentar envenenar a Teseo, en Italia enseño el arte de encantar serpientes, y finalmente volvió a la Colquide con su padre Eetes.