Maud
Según una antigua leyenda una niña del pueblo de Mordiford, del condado de Herefordshire en Inglaterra, llevó a su casa un extraño animalejo que había encontrado en el bosque. Los padres al verlo quedaron horrorizados, ya que se trataba de una cría de las terribles Wyverns, con lo que obligaron a esta niña, llamada Maud, a que lo devolviera a su lugar. En lugar de esto Maud lo llevó a una cueva en las montañas cerca de su casa donde lo escondió y donde, todas las tardes iba a jugar con él.
Al pasar el tiempo el Wyvern fue creciendo y cada vez necesitaba más carne y leche, que la niña sustraía de su casa para alimentarlo. Llegó un momento que todo lo que Maud le suministraba era insuficiente por lo que comenzó a matar y comer ganado de los campos cercanos, hasta que un día apareció un noble señor de la casa de los Garstons que lo mató.
La niña desconsolada se arrojó al cuello del moribundo dragón y estuvo así con él, mostrandole su amor, hasta que falleció.