Mari

Mari es la primitiva diosa de la tierra que es conocida también con los sobrenombres de la bruja, la dama, la señora o la maligna. En realidad una diosa de la fertilidad que se presenta de diversas formas, en ocasiones como una dama elegantemente vestida, en otras volando por los aires despidiendo llamas, o sentada como una campesina pero con los pies de cabra. 

También puede transformarse en animal: como caballo, novillo, buitre o serpiente. En ocasiones se la ha visto como una hermosa mujer sentada , en la entrada de una cueva, peinando su larga cabellera rubia.

Además de dominar las fuerzas de la tierra es la causante de las tormentas beneficiosas o destructoras, según el caso. En ocasiones aparece acompañada de su marido Maju.

En Orozco se cuenta que Mari fue maldecida por su madre a vagar por los aires descansando brevemente en alguna cueva, a la que da nombre y en la que se le ofrecen presentes para aplacar su ira o solicitar su favor.