Las serpientes de Conchobar
En algunos relatos celtas se narra la historia de la princesa Ness, que cayó en manos del druida Cathbad cuando se encontraba cerca del río Conchobar y que fue obligada a casarse con él. La noche de bodas, Cathbad, la envió a recoger agua del río. Ella se fue al rio y filtró el agua con su velo, en el que quedaron atrapadas dos pequeñas serpientes.
Las llevó, junto con el agua, al druida y éste la obligó a tragarselas antes de acostarse con ella. Pasados nueve meses dio a luz a un hijo que nació con una serpiente apretada en cada uno de sus puños. Se le impuso el nombre del río, Conchabar.
Conchobar llegó a ser rey del Ulster y, pasado el tiempo, su hermana Deichtine que según la leyenda fue también obligada por Cathbad al mismo ritual de fertilidad, y dio a luz, a su vez, al héroe Cu Chulainn.