Las Mouras
En leyendas gallegas aparecen unas hadas de las fuentes o estanques, que con frecuencia se presentan ante los humanos en forma de dragón, especialmente en la noche de San Juan (solsticio de verano). Estas Mouras en forma femenina son muy hermosas y se sientan cerca de los pozos de agua arreglando sus cabellos con un peine de oro.
Ofrecen amores a los jóvenes que se les acercan, con el fin de que las liberen de sus encantamientos, para lo cual hay que realizar un ritual con diversas variantes, según el relato. En unos casos toman la forma de un dragón que se enrosca en torno del pretendiente y le solicita que la bese nueve veces en la boca, en otos le pide que retire un clavel que lleva en la boca, o bien, dar nueve vueltas en torno al castro más cercano.
La prueba raramente es conseguida por lo que el desencantamiento no suele producirse con frecuencia. La persistencia del numero nueve en todos los rituales indica claramente su origen celta.