Imdugud
En la tradición sumeria, Imdugud era un terrible dragón en forma de pájaro con la cabeza de león, con un tamaño tan grande que el batir de sus alas era la causa de huracanes y tormentas de arena. Los acadios lo conocieron bajo el nombre de Anzú.
En una ocasión Imdugud robó la tablilla de los destinos de Enki (o de Enlil según la versión acadia) poniendo en peligro así la estabilidad del mundo civilizado. Los dioses reunidos en asamblea comisionaron a Ninurta para recuperarlas.
Para conseguirlo tuvo que encaramarse hasta el nido del dragón, situado en un risco altísimo, donde esperó que se acercase.
Cuando Imdugud retornó a su nido entablaron una feroz batalla, el gigantesco pájaro escupia fuego por su boca, mientras que Ninurta trataba de envolverlo con los siete vientos, pero Imdugud los esquivaba una y otra vez. Finalmente, siguiendo los consejos de Enki, arrancó varias de las plumas de Imdugud y, en su lugar, introdujo sus poderosas flechas que lo debilitaron, hasta que pudo conseguir degollarlo.