Dragón de Northcumberland
En un cuento medieval inglés se narra la historia de May Margret, que era una joven princesa del castillo de Bambourgh en Northcumberland, y de su hermano Childe Wynde que había partido en busca de fortuna. Al morir su madre, el rey casó de nuevo con una mujer que resultó ser una bruja y que por envidia de la belleza de May Margret la convirtió en un dragón, mediante un hechizo que sólo se podía eliminar mediante tres besos de su hermano. De esta forma fue obligada a vivir en lo alto de un peñasco, vigilando los alrededores del castillo y devorando animales de la región.
Childe Wynde, al conocer la desaparición de su hermana, acudió con su navío a la tierra de su padre. Al llegar cerca de la costa, la bruja madrastra, envió al dragón para que destrozara el barco, pero cuando Childe Wynde lo atacó con su espada, oyó una voz que le instaba a besarlo.
Reconoció la voz de su hermana, y sobreponiéndose al terror que le infundía, besó al dragón. De esta forma el dragón se transformó de nuevo en su hermana y a su madrastra, utilizando sus propias artes mágicas, la convirtió en un sapo.