Dragón de Thespia
Según explica Pausanias, en la ciudad de Thespia un dragón obligaba a ofrendar cada año a un joven varón i para ello se establecía un sorteo entre los jóvenes entre 18-20 años de la localidad.
En una ocasión le tocó a un joven llamado Cleostrato. Pero su amante Menestrato urdió un plan para salvarlo. Preparó una armadura de bronce llena de anzuelos de pesca con las puntas hacia el exterior.
Se la puso y sustituyó a Cleostrato el día de la ofrenda. El dragón se acercó a la ciudad y se tragó de un bocado a Menstrato cubierto por su armadura. Los anzuelos causaron un gran destrozo en el dragón que falleció poco después.
En su honor erigieron una estatua a Zeus con el nombre de Salvador.