Serpiente de Tesalia
Aristóteles, en su obra Mirabilis Ascultationes, narra la leyenda de una serpiente sagrada que asolaba la Tesalia matando a toda clase de seres vivientes con su mordedura venenosa o simplemente por contacto con su piel también venenosa.
Explica que una mujer de Tenos, seguramente una de las muchas brujas de la Tesalia, se decidió a acabar con la serpiente. Para ello hizo un gran círculo con hierbas mágicas y se situó en su centro abrazada a su hijo.
Se puso a cantar imitando la voz de la serpiente sagrada y aleccionó a su hijo para que, si se quedaba dormida, éste la despertara para evitar que dejara de cantar. La serpiente atraída por el canto se fue acercando lentamente y cuando entró en el círculo cayó muerta por los efluvios mágicos de las plantas.