San Lorenzo
La historia habla de un diácono romano de ascendencia hispana que murió martirizado por el emperador Valeriano en el siglo III. La leyenda dice que fue quemado en unas parrillas, por lo que se le representa en la iconografía con unas parrillas en la mano. Fue un santo muy popular en Roma y Constantino le edificó un oratorio en la vía Tiburtina, hoy la basílica de “San Lorenzo fuori le mura”.
En toda la península hispánica fue también muy venerado erigiéndose en su honor varias iglesias y basílicas. En el Camino de Santiago, a su paso por las comarcas de León, se erige una ermita dedicada a San Vicente, a orillas del río Bernesga donde se encuentra las hoces de la Gotera. Una leyenda local sitúa, en dichas hoces, la presencia de un fiero dragón que exigía una oveja diaria a cambio de no dejar ir las aguas remansadas e inundar los campos.
La leyenda dice que fue San Lorenzo, acompañado por sus hermanos Vicente y Pelayo, quien acabó con el dragón quemándolo con fuego. Su relación con el fuego y los hierros ardientes, como las parrillas donde fue martirizado, lo ha hecho participar en numerosas leyendas populares. También justifica la leyenda la muerte de sus hermanos en dicha hazaña, haciéndolos enterrar en la ermita que está en la cumbre y cuyas peregrinaciones se realizaban en las onomásticas de dichos santos. Así también se justifica la existencia, en el camino de ascenso, de la Fuente de las Virtudes de la que manaría el agua correspondiente a las lagrimas de los hermanos difuntos en la lucha contra el dragón.