Rustam

Entre los pueblos escitas iranizados en los albores del siglo I D.C., hay una leyenda, que se narra en el Libro de los Reyes, que habla de la existencia de un rey denominado Rustam hijo de Zal que destacó por su fiereza y valor en la lucha contra los pueblos Turanios. Su padre se casó con Rudabeh, hija del rey de Kabul y en el momento del parto, por indicación del pájaro mágico denominado Simurg, se le practicó la cesárea. 

El joven Rustam creció fuerte como un león y no había quien le igualase con el manejo de su maza, que tenía la forma de una cabeza de toro. Vestía con una piel de leopardo y montaba a un bravo caballo llamado Rakhsh, con el cual realizó siete hazañas heroicas entre las que destaca el enfrentamiento con un temible dragón al que dan muerte. 

Mas tarde, se enfrentó con otro gran héroe, el guerrero Isfandiyar, al que logró vencer con ayuda del Simurg y, finalmente fue asesinado por su hermanastro Shaqad al caer, junto con su caballo, en una trampa llena de lanzas y cuchillos que le había preparado.