
Ixquic
Una virgen llamada Ixquic, fue atraída por la fragancia de los frutos de una jícara pero una calavera, que estaba sobre el árbol, le advirtió que se trataba de un árbol con frutos prohibidos por lo que no debía tocarlos. Pero ella sin embargo los tocó, ante lo cual la calavera escupió sobre ella y la dejó embarazada.
Cumplido su tiempo dio a luz a dos gemelos: Hunapú y Ixbalanqué. El padre de Ixquic la acusó de tener relaciones ilícitas, pero cuatro lechuzas enviadas por Hurancan dieron testimonio de lo acaecido en realidad y la salvaron del castigo paterno. Además la informaron que sus hijos triunfarían sobre los habitantes del Xibalbá y que serían ascendidos al cielo como el sol y la luna.