Gannak Manok

En una obra parsi aparece una narración en la que se dice que Ahura Mazda encargó a los seis Inmortales Sagrados, la captura de un terrible dragón llamado Gannak Manok, que asolaba la tierra, pero todos ellos fracasaron en su intento. Entonces recurrió  al dios Bahram, que era una representación de Veteraghna  para que realizara esta misión. 

El dios se enfrentó con el dragón y consiguió "atarlo y confinarlo boca abajo en el mundo subterráneo, para siempre jamás".

Por esta victoria a Bahram se le concedió el convertirse en el séptimo de los Inmortales Sagrados.