Duque de Herzog Karast

El duque de Karast gobernaba, desde su castillo de Karnburg, un amplia zona en torno a la población de Klagenburg. En sus dominios había unas marismas, entre el río Drau y el lago Wörthensee, permanentemente cubiertas de niebla y en las que sucedían cosas extrañas: desaparecía ganado a diario y se escuchaban terribles rugidos, según relataban los habitantes de los alrededores.

La creencia generalizada era de que se trataba de un enorme Lindwurm que vivía en las marismas.  El duque reclutó a los hombres más valientes de la población prometiéndoles tierras y riquezas, y si se trataba de esclavos, su libertad. Para conseguir vencer al dragón hizo fabricar una larga cadena con afilados pinchos a todo lo largo de la misma y en su extremo ató un buey bien cebado, escondiéndose todos detrás de una torre que habían construido al borde de la marisma.

Al poco rato de espera el agua empezó a burbujear  y salió la cabeza del Lindwurm que se tragó inmediatamente el buey entero. Pero cuanto más tiraba de el más se clavaba los pinchos de la cadena hasta quedar medio desangrado en la orilla, lo que aprovecharon los campesinos para matarlo con sus mazas.