Te Tuna
En una leyenda muy extendida por toda la Polinesia aparece un monstruo marino denominado Te Tuna, el dios de las anguilas, que tenía la forma de anguila gigante, como una gigantesca serpiente marina.
Este monstruo estaba casado con una mujer llamada Hine, que vivía en las islas Tuamotu, y en una ocasión hizo saber que estaba cansada de mantener relaciones sexuales con un ser marino y que quería tenerlas con un hombre. Huyó de la isla donde vivía y, tras un largo recorrido por otras islas, llegó donde estaba Maui, un héroe de una isla lejana, con quien hizo el amor durante tres días y tres noches.
Entonces surgió del mar Te Tuna, seguido de un ejército de anguilas, blandiendo su retorcida cola y atacó a Maui. Éste, sin amedrentarse, desenrrolló y blandió su larguísimo pene con el que luchó contra todos los monstruos hasta derrotarlos.
Al parecer Te Tuna huyó hacia las profundidades del mar. Pero volvió nuevamente para retar a Maui a un duelo singular. Cada uno tenía, por turno, introducirse en el cuerpo del otro y matarlo. Empezó Te Tuna que se transformó en una pequeña anguila que se introdujo en Maui pero que salió sin conseguir producirle nigún daño. Cuando llegó al turno de Maui, redujo su tamaño y se introdujo en Te Tuna, consiguiendo cortarle la cabeza desde su interior.
Se dice que la cabeza fue enterrada en la arena de la playa y de la cual surgió la primera palmera de las islas.