Raymond de Lusignan
En una leyenda medieval francesa se narra la historia del joven Raymond de Lusignan que, en una ocasión, salió de cacería en persecución de un jabalí en el bosque de Colombiers donde tuvo la mala fortuna de matar por accidente a su tío el conde de Poitiers. Desconsolado se internó en las profundidades del bosque donde se encontró con una bella joven sentada al lado de una fuente. Al verla se enamoró de ella y le contó la situación en que se encontraba. La joven que era una melusine, le ofreció su protección si se casaba con ella pero con la obligación de cumplir una serie de prohibiciones.
Se casaron y tuvieron muchos hijos y más tarde Raymond consiguió heredar el condado, pero no cumplió con las prohibiciones impuestas y la bella Melusine desapareció para siempre. Desesperado Raymond se retiró al monasterio benedictino de Montserrat donde murió santamente.
La leyenda empezó a ser conocida durante la primera cruzada donde un tal Guy de Lusignan llegó a ser rey de Jerusalén y más tarde otro Guy de Luisignan se convirtió en rey de Chipre y Jerusalén.
Otros descendientes de esta familia fueron reyes de Armenía e incluso uno de ellos caído en poder de los turcos en Egipto, fue rescatado por Juan I de Castilla que además le concedió el reino de Madrid con el nombre de León I.