Mara

Mara es, en la literatura budista, la encarnación del poder del mal como poder de la tentación. Por eso aparece como un brujo, como un demonio gigante, o como una béstia infernal con características de dragón, tal como se le representa en numerosos grabados. 

En realidad es la antítesis del Nirvana y por eso se le denomina: “el maligno” o "el tenebroso". 

Su objetivo es evitar que los hombres sigan el camino recto  en su progreso hacia la liberación. Así aparece como un demonio-dragón tentando a Buda, durante su áscesis, tratando de excitarle sus deseos de placeres terrenales. Pero, como no lo consiguió, lanzó sobre él una interminable lluvia con el fin de eliminarlo.

Buda, imperturbable y con la ayuda de los poderes surgidos de la tierra, consiguió vencerlo y, al eliminar así todas las tentaciones del espíritu, completar su meditación.