Lambtom worm

En una leyenda inglesa medieval inglesa se cuenta que, mientras el Señor de Lambton estaba pescando un domingo en el rríoWear, atrapó en su red un pequeño gusano que lo llevó hasta una fuente cercana. Al cabo de poco tiempo el Señor de Lambton marchó a las cruzadas acompañado de un nutrido grupo de caballeros. 

Con el tiempo, el gusano fue creciendo y se convirtió en una poderosa serpiente que comenzó a exigir un tributo de nueve vacas lecheras cada día, a cambio de no devorar hombres y ganado. 

Cuando el Señor de Lambton  regresó de las cruzadas, vio la penosa situación en que se encontraban sus vasallos, por lo que decidió acabar con la serpiente. De esta  forma se dirigió a la fuente y buscó a la serpiente y cuando la encontró la atacó con su espada pero, después de varios golpes, vio que la serpiente siempre conseguía reunir los pedazos cortados por su espada. 

Entonces dejó el combate y fue a consultar la bruja de Laidley que vivía en el bosque cercano y tenía una gran reputación en la región. Esta le aconsejó construir una armadura rodeada de múltiples hojas afiladas y así lo hizo. Cuando la armadura estuvo a punto se la puso y se dirigió a la fuente donde esperó a la serpiente situándose en medio de la corriente del arroyo que fluía de ella.

Apareció la serpiente y el Señor de Lambton la atacó de nuevo pero, esta vez, permitió que la serpiente se enrollara  en torno a la armadura. De esta forma, gracias a las afiladas hojas cortantes que contenía, la serpiente se cortó en muchos pedazos que, al caer al arroyo, la corriente arrastró impidiendo que se volvieran a unir como antes había sucedido.