Dragón de fuego

En la mitología anglosajona, aparece el relato de un dragón que guardaba un tesoro en lo alto de una montaña. En una ocasión un servidor del rey gauta, por accidente, consigue encontrar el camino para llegar donde se esconde el dragón y, aprovechando que éste duerme, roba una copa de oro de su tesoro. El dragón cuando se despierta y se da cuenta del robo, se venga de los gautas arrojando fuego sobre sus casas.

Beowulf, el rey de los gautas, decide ir a destruir al dragón guiado por el siervo ladrón y acompañado de su fiel amigo Wiglaf. Al llegar a la cueva donde se esconde,Beowulf lo desafía y el dragón sale echando fuego por la boca sobre él. Beowulf rodeado de llamas es ayudado por Wiglaf, pero los escudos de ambos quedan destruidos por el fuego. Finalmente el dragón logra morder a Beowulf en el cuello, pero Winglaf lo hiere con su arma, y al retroceder, Beowulf por fin le da muerte con su puñal.
Beowulf consigue llegar hasta el tesoro pero muere, a continuación, por causa de la mordedura venenosa que ha recibido en la pelea.