Dharana
En la tradición jainista se habla del Señor Parshva que era un asceta, contra el que el demonio Meghamalin, o “el cubierto de nubes”, había enviado tigres, elefantes y escorpiones para interrumpir sus meditaciones, pero que siempre al llegar a su presencia se amansaron y huyeron.
Enfurecido Meghamalin cubrió la tierra de oscuridad y envió un huracán donde estaba inmóvil Parshva, el aire arrancó árboles, las montañas se desmoronaron y una lluvia torrencial cayó sobre la tierra. El demonio con forma del dios de la muerte se cernió sobre Parshva pero en aquel momento, Dharana, el rey de las serpientes que habita bajo la tierra con sus siete cabezas encapuchadas, emergió junto con la diosa Lakshmi, también con forma de serpiente. Hicieron una reverencia ante el yogui y extendieron sus capuchas sobre él para protegerlo.
El demonio huyó aterrorizado y las dos serpientes inclinándose de nuevo ante el señor regresaron a sus moradas.